Joven y Recuperándome
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Como adolescente, era inteligente, activa, con mucho talento y siempre lograba mis objetivos. Pero había otro lado de mí. Me odiaba a mí misma, estaba llena de ira, confundida y podía ser un monstruo boquisucio. Tenía grandes problemas con mi familia, mis amistades y mis novios, y la depresión mayor que sufría mi papá no ayudaba a mi situación.

Mi patrón de subidas y bajadas continuó durante mis años universitarios con toda fuerza. Empecé mi primer año en una de las universidades más grandes del país con una beca, que rápidamente perdí. Siguieron muchos años de abuso de drogas, masivas cantidades de alcohol, muchas enfermedades y quejas que nunca se explicaron, impulsividad extrema en cuanto al dinero y en cuanto a las relaciones sexuales, y también auto-mutilación y varias visitas al hospital cuando intentaba resolver mis problemas con atentados contra mi vida. Estaba enferma, y cansada de estar enferma y cansada de no saber cómo me sentiría mañana, la otra semana, o el otro año. Durante los tiempos en que me sentía bien, vivía en temor del próximo ataque de depresión o de lo que no sabía en ese tiempo que era la manía.

Me habían tratado para la depresión desde la adolescencia, pero en la universidad un médico me diagnosticó con desorden bipolar II, y, extrañamente, sólo teniendo el diagnóstico fue el principio de que las cosas mejoraran para mí. Al fin tenía una respuesta al por qué me sentía como me sentía, por qué hacía las cosas que hacía. Me hizo sentir que talvez no era una horrible persona, sino alguien con una enfermedad médica seria.

Desde entonces, he mejorado mucho. Regresé a mi casa para el apoyo, empecé en una escuela nueva donde me han aceptado en un programa de honores y donde he trabajado a tiempo parcial en el mismo lugar por más de ocho meses. ¡Éste es un record para mí!

Aunque me falta mucho para sentirme curada, me siento que estoy más en control de mi propia vida. Ahora, a los 22 años, me tomo mi medicina todos los días sin falta, especialmente porque temo como soy sin ella. Estoy estudiando y anticipando una nueva carrera y mirando hacia el futuro.
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